Por:Libardo Muñoz
En Cartagena y en todos los municipios de Bolívar es inocultable el fracaso del abusivo modelo privatizador de la energía eléctrica, aplicado a través de Electricaribe, una de las cabezas del monstruo llamado "Unión Fenosa".
En la capital de Bolívar están produciéndose apagones por espacio de cinco y hasta de ocho horas en todos los barrios de la ciudad, lo que crea una situación muy perjudicial para los núcleos familiares y para la actividad comercial e industrial.
Electricaribe, en un comienzo de la crisis de suministro, ocultaba el problema con anuncios como "mantenimiento de redes" o cambio de algunos elementos usados en el sistema, pero de unos meses a esta parte, la empresa ya ni se toma la molestia de avisar, sino que el apagón se aplica sin contemplación alguna y a cualquier hora.
La privatización de la electricidad en esta zona del país tiene ya más de diez años, cuando se anunció la implantación del modelo, se engañó a la comunidad diciendo que este significaba la optimización del servicio.
Lo que vino después fue una implacable aplicación de tarifas abusivas, cortes, cambio de viejos contadores por otros que encarecieron el kilovatio, hasta el extremo de que Cartagena y en general el resto de Bolívar, paga una de las tarifas por consumo mensual más escandalosas de todo el país.
Electricaribe como empresa de atención al usuario es un verdadero fantasma, pues los llamados angustiosos de las familias sin energía, son atendidos por un conmutador que tiene una grabación impersonal y las cuadrillas de emergencia que se supone, existen para estos casos, no aparecen por ninguna parte.
Ante esta situación, en las últimas semanas la gente de los barrios y de municipios situados en las troncales, se ha volcado a las calles para bloquear el tráfico, de tal forma que se llame la atención de la empresa que no responde por los apagones colectivos.
Negocios grandes, medianos y pequeños, heladerías, restaurantes, centros comerciales, la zona colonial de Cartagena, colegios, universidades, familias de todos los estratos, están bajo las consecuencias altamente perjudiciales creadas por la ausencia de electricidad por largos períodos.
En Cartagena y en todos los municipios de Bolívar es inocultable el fracaso del abusivo modelo privatizador de la energía eléctrica, aplicado a través de Electricaribe, una de las cabezas del monstruo llamado "Unión Fenosa".
En la capital de Bolívar están produciéndose apagones por espacio de cinco y hasta de ocho horas en todos los barrios de la ciudad, lo que crea una situación muy perjudicial para los núcleos familiares y para la actividad comercial e industrial.
Electricaribe, en un comienzo de la crisis de suministro, ocultaba el problema con anuncios como "mantenimiento de redes" o cambio de algunos elementos usados en el sistema, pero de unos meses a esta parte, la empresa ya ni se toma la molestia de avisar, sino que el apagón se aplica sin contemplación alguna y a cualquier hora.
La privatización de la electricidad en esta zona del país tiene ya más de diez años, cuando se anunció la implantación del modelo, se engañó a la comunidad diciendo que este significaba la optimización del servicio.
Lo que vino después fue una implacable aplicación de tarifas abusivas, cortes, cambio de viejos contadores por otros que encarecieron el kilovatio, hasta el extremo de que Cartagena y en general el resto de Bolívar, paga una de las tarifas por consumo mensual más escandalosas de todo el país.
Electricaribe como empresa de atención al usuario es un verdadero fantasma, pues los llamados angustiosos de las familias sin energía, son atendidos por un conmutador que tiene una grabación impersonal y las cuadrillas de emergencia que se supone, existen para estos casos, no aparecen por ninguna parte.
Ante esta situación, en las últimas semanas la gente de los barrios y de municipios situados en las troncales, se ha volcado a las calles para bloquear el tráfico, de tal forma que se llame la atención de la empresa que no responde por los apagones colectivos.
Negocios grandes, medianos y pequeños, heladerías, restaurantes, centros comerciales, la zona colonial de Cartagena, colegios, universidades, familias de todos los estratos, están bajo las consecuencias altamente perjudiciales creadas por la ausencia de electricidad por largos períodos.
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