viernes, 30 de julio de 2010

Trabajadores de hospital de Turbaco reclaman pago de 18 meses de sueldo


Por: Libardo Muñoz

En total son 18 meses de sueldo los que les adeudan a los empleados de la ESE Hospital de Turbaco, y ese es el motivo de un bloqueo de protesta de la carretera Troncal de Occidente que comunica a Cartagena con el interior del país.

Turbaco está situado a menos de 30 minutos en automóvil desde Cartagena y su localización geográfica es famosa por su clima nocturno más suave y por sus atractivos paisajísticos, pero en el renglón de la salud pública vive un estado de cosas igual o peor que el registrado en todos los municipios de Bolívar, comenzando por la capital del departamento.

Los empleados del Hospital de Turbaco, por razones humanitarias, sólo están atendiendo las urgencias, de acuerdo con información de Liliana Santoya, gerente de la entidad asistencial, quien afirma que sólo en embargos se les va el 33% de los ingresos por servicios prestados. En total por servicios al hospital de Turbaco le deben 560 millones de pesos.

A esta calamidad administrativa, reflejo de la corrupción y de la falta de interés del Estado en mantener una red de asistencia sanitaria en condiciones dignas, hay que agregar que los recursos materiales del Hospital de Turbaco son precarios, además de no disponerse de medicamentos, el agua que se le suministra no es de calidad, se diría que no es apta para el consumo de personas, sin embargo, con esa tienen que desenvolverse para todo.

Foto Samuel Álvarez -El Universal

miércoles, 28 de julio de 2010

Hambre, inundaciones y más pobreza para el sur de Bolívar




Por: Libardo Muñoz
El hambre azota a los pueblos del sur de Bolívar, como consecuencia de la arremetida de las aguas sin control de los ríos Magdalena, Cauca y gran cantidad de pequeños afluentes, que en este momento afectan a más de 100 mil familias que perdieron cultivos de maíz, yuca, plátano, animales domésticos, enseres, colchones y otros bienes.


Se vive en esa zona de Bolívar el empeoramiento de un abandono estatal, que ya es parte del diario acontecer y no se ve por parte alguna el más mínimo esfuerzo por aliviar una situación triste que afecta a niños y ancianos. Los colegios de la región inundada han suspendido actividades.

El caso es más dramático en las cabeceras de Achí, San Pablo, El Peñón, y en un triángulo limítrofe de los departamentos de Sucre y Bolívar conocido como "La Mojana", donde ya están perdidas cientos de hectáreas de arroz, que es el fuerte de la agricultura en esta parte de la costa Caribe.


En El Peñón se rompió un dique y el río lo invadió todo, causando una calamidad sanitaria de la que nadie escapa y para la que hasta ahora, no hay ningún proyecto de asistencia estatal.
La crisis es de hambre entre cientos de familias que sobreviven en zarzos y parapetos improvisados para poder dormir, fuera del alcance de serpientes y otras alimañas que se remueven con las corrientes.

El defensor de Derechos Humanos de Bolívar, Armando Villegas Centeno, nativo de El Peñón, lanzó una voz de alerta sobre la situación que se veía venir, puesto que los medios asistenciales en salud y alimentación, no dan abasto ante la magnitud del abandono oficial de la región.

La situación comenzó a afectar ya al municipio de Magangué, considerado la segunda ciudad del departamento de Bolívar, donde las aguas desbordadas se encuentran en la zona sur de esa población.

(Fotos: corresponden al municipio de Achí, sur de Bolívar, región de La Mojana. )

viernes, 23 de julio de 2010

Mandadero de Estados Unidos


Por: Libardo Muñoz

El gobierno saliente de Colombia sigue haciéndole el mandado al de EE UU y su proyecto de militarización latinoamericana, para tratar de frenar los procesos democráticos que le han puesto oposición de masas al empobrecedor modelo del libre mercado y del capitalismo salvaje.

El objetivo militarista yanqui es enrarecer al máximo el ambiente fronterizo en busca de la ocasión para fomentar un incidente que justifique, por ahora, una escaramuza. Ya lo han hecho entre las dos coreas, lo hicieron también en el pasado en el Golfo de Tonkin, para justificar la invasión a Vietnam, con los resultados de todos conocidos, y ahora, con idénticos propósitos criminales provocan a Irán, donde a un plazo más largo lo que se busca es crear una conflagración que pondría en peligro a toda la especie humana. Es claro que Amadinejad se haría matar al frente de sus tropas, aguerridas y numerosas.

Los agentes yanquis buscan de manera desesperada e irresponsable abrir un frente latinoamericano de guerra, lo más parecido a una "pequeña" Tercera Guerra Mundial, con la que lograrían distraer a la opinión pública internacional y solucionarían la crisis financiera y toda la inmoralidad bancaria que hace crecer brutalmente las cantidades de mendigos en la Unión europea y ni que decir en Latinoamérica.

Es necesario denunciar una vez más el sucio papel que en todo esto desempeñan los grandes medios de información colombianos, orquestadores de la crisis. En sus páginas y noticieros radiales ya no hay espacio para la crisis humanitaria de los desplazados del paramilitarismo que llenó las ciudades de acróbatas en los semáforos, para la desaparición de la salud pública y las muertes en las puertas de los hospitales privatizados, para las lágrimas de las madres de los jóvenes presentados por millares como "guerrilleros muertos en combate", todo en la prensa colombiana está derechizado, la campaña presidencial reciente fue montada sobre la figura de Chávez y el presidente del país vecino fue erigido como el causante de todo lo malo que ocurre en Colombia.

Algún día habrá un juicio de responsabilidades a ese deplorable periodismo y a quienes lo practican, llenándose las chequeras con la desbordante pauta publicitaria oficial, y que parecen haber logrado sepultar al excelente periodismo que se hacía apenas unas cuatro décadas atrás en Colombia.

El periodismo colombiano tiene que volver al debate social, los periódicos de gran tiraje que están editándose hoy en nuestro país, parecen redactados por "yupies" de las exclusivas universidades privadas de Bogotá.

Ahora falta ver qué clase de político es el que parió la oligarquía de la nueva generación santista, a quien le esperan los 9 millones de hectáreas de las mejores tierras del país en manos de los paramilitares, la salud pública secuestrada por las empresas privadas y la deuda social del 14% de colombianos sin empleo. Como para empezar.

Alirio Traslaviña, conductor de un episodio histórico en Bolívar


Por :Libardo Muñoz

25 años de la Marcha Campesina del Sur de Bolívar.-Alirio Traslaviña nació en 1937, en el otro Rionegro, el de Santander, tiene la edad que dice tener, además, no podría ocultarla porque la aparenta, aunque su corpulencia aún notoria, muestra la lentitud que dan los años.

El 3 de julio de 1985, Alirio Traslaviña se tomó el Parque del Centenario de Cartagena, con 6.800 campesinos del sur de Bolívar, cruzaron aldeas que nadie nunca había oido mencionar, navegaron por ciénagas apartando la taruya tupida e interminable de los esteros poblados de hicoteas y de babillas, caminos y lodazales fueron franqueados bajo lluvia y sol, con mujeres y niños de brazos, con ancianos y peones, en botes y balsas prestados en las riberas hasta formar una marejada humana dispuesta a hacer oir sus necesidades tantas veces manoseadas por la politiquería corrupta de las capitales.

En los oidos de Traslaviña todavía están nítidas las palabras de un maestro de la escuela de su pueblo: "devuélvase mijito, que acaban de matar a Gaitán". Pasaría algún tiempo para que entendiera aquella frase, aunque su madre, una campesina recia, de sombrero oscuro y ojos chispeantes, comprendiera, en el acto, lo que ya estaba sucediendo a más de mil kilómetros de allí.

Alirio cortó madera que enviaba por el río para los aserraderos de Barranquilla, vendió arroz, condujo camiones cargados de plátano de pueblo en pueblo, de yuca y de maíz, montó bebederos de cerveza para chaluperos, cuando tal vez no se cruzaba por su cabeza que sería concejal de Barrancabermeja, que sería hombre de confianza de Rojas Pinilla, de "la capitana" María Eugenia, en los días azarosos en que el Frente Nacional apenas despuntaba en la vida del país y las noticias internacionales comenzaban a mencionar la victoria de los rebeldes de la Sierra Maestra.

La multitud misma nombró a Traslaviña responsable de la marcha campesina porque Alirio conservaba en sus bolsillos de concejal, revueltas con las cuentas de sus negocios, las peticiones que en el Palacio de la Proclamación de Cartagena, sede de la Gobernación de Bolívar pondrían encima del escritorio de Arturo Matson Figueroa y sus funcionarios: vías de penetración, hospitales con médicos permanentes, escuelas, electricidad por redes y profesores para salir de la ignorancia.

En los históricos mármoles del Parque del Centenario Traslaviña sentó a los delegados que Belisario Betancur envió de urgencia para que atendieran una jornada sin precedentes que estaba ocurriendo en Cartagena y que coincidía con el acto de lanzamiento de la Unión Patriótica en la Plaza de Los Coches.

El pueblo de Cartagena tuvo conmovedoras demostraciones de solidaridad con los campesinos que duraron nueve días en el parque. A través de las rejas se daba comida, agua, ropa usada, refrescos y hasta dinero en efectivo que manos generosas donaron a cientos de miles de personas muchas de las cuales veían por primera vez la ciudad m{as mencionada de la Historia Patria.

Aunque el marginamiento de hoy es quizás peor, con otros ingredientes en el Sur de Bolívar, Alirio Traslaviña conmsidera que aquel enorme esfuerzo de la marcha de Cartagena sirvió para abrir un camino al debate social en el cual, él mismo participó de manera notoria como Diputado de la Unión Patriótica a la Asamblea de este Departamento.

Una conversación con Alirio Traslaviña, por breve que sea, delata al campesino que está atrapado en su cuerpo de más de siete décadas de vida, cinco de ellas, por lo menos, dedicadas a andar por lodazales y cañadas que podría reconocer con los ojos vendados, saludando gente y hablando con ese tono de quien parece haber vivido bastante.

En la foto.- Alirio Traslaviña, primero a la izquierda, fue el conductor de la histórica toma campesina del Parque del Centenario de Cartagena, hace 25 años. En la silla de ruedas está César Martínez seguido por Miguel Castañeda, luchadores de la defensa de Ecopetrol, los tres fueron víctimas de un atentado en Barrancabermeja, en 1987 y hoy viven sin abandonar sus convicciones. (Archivo de A. Traslaviña)

domingo, 18 de julio de 2010

El 14 de marzo sí hubo un vulgar fraude en elecciones de Bolívar


Por:Libardo Muñoz

El Consejo Nacional Electoral tuvo que reconocer que en el departamento de Bolívar sí hubo un fraude en las elecciones parlamentarias del 14 de marzo de 2010.

El CNE detalla que el fraude es de 1.500 votos, con lo que se confirman las denuncias de los observadores de la OEA que se fueron escandalizados con los atropellos cometidos contra la pobre democracia colombiana.

La cadena de corruptos de los partidos uribistas funcionó en este departamento a la perfección, de tal manera que muchos votos depositados por el Polo Democrático Alternativo y otros candidatos de postura opuesta al gobierno, fueron a dar al cesto de la basura, en medio de carcajadas de los financiadores del fraude. Las elecciones parlamentarias en Bolívar quedarán en la historia de este país como la más descarada burla a la voluntad de los votantes.

Aquí, entre personalidades que conocen la forma en que operan los políticos uribistas y sus compinches dentro de la gobernación de Bolívar y en todas las alcaldías municipales, se cree que la cifra de 1.500 no es real, sino que es mayor la cantidad de votos aumentados en los formularios una vez cerradas las puertas de la registraduría, donde el dinero circuló a manos llenas.
Se reclama ahora que el CNE está obligado a explicar al engañado pueblo bolivarense, cómo se realizó el fraude, quiénes lo organizaron, cuanto dinero invirtieron los grupos uribistas y cuáles fueron los integrantes de los "jurados" de votación que se prestaron para cometer el delito contra el sufragio.

En todos los municipios de este departamento, que se encuentra semi sumergido por las crecientes de los ríos, con enormes cantidades de sembrados perdidos, afectado por el desempleo y el hambre, se impusieron candidatos del paramilitarismo que son los dueños de la contratación con quienes cohabitan los alcaldes y funcionarios de menor rango.
Si la presidenta del Consejo Nacional Electoral, la cartagenera Adelina Covo, no es capaz de complementar la simple información de que sí hubo fraude en Bolívar, con un informe que satisfaga por lo menos a la comunidad de esta región, quedaría en una dudosa posición frente a toda la opinión pública.

En Bolívar no se sabe aún quienes salen y quienes no salen elegidos a las corporaciones de Senado y Cámara pero para los medios informativos que le festejan todo a este gobierno corrupto, es como si nada estuviera ocurriendo.

sábado, 17 de julio de 2010

La lluvia una tragedia humanitaria en los barrios pobres de Cartagena

Por: Libardo Muñoz

Aida Guillén, joven mujer de 26 años y su hija Rosiris Ortega Guillén, de apenas un año de nacida, murieron durante un fuerte aguacero, sepultadas bajo un alud de tierra y escombros en el cuarto donde dormían en su modesta vivienda de un sector llamado "Paraíso II", situado en las estribaciones del cerro de La Popa.

El mismo día de la tragedia mencionada, murió también Lenis del Carmen Padilla, de 40 años, habitante de "El Sinaí", otro sector situado en zonas de alto riesgo, donde se hacinan miles de familias marginadas de cualquier forma de planificación urbana, víctimas de una pobreza espeluznante que les impide pagar un arriendo o adquirir una casa en mejores condiciones.

En las faldas del histórico Cerro de La Popa, el accidente geográfico más notorio y quizás el más fotografiado de Cartagena, se vive una tragedia humanitaria silenciosa, que ocasionalmente es mencionada en medios locales, cuando ocurren hechos como los citados.

Se calcula que sólo en ese cerro, están asentadas 19 mil viviendas construidas con materiales de desecho, plásticos, tablas o algún material, edificadas de manera empírica. En una sola de esas casas pueden habitar hasta veinte personas, pegadas a unos desniveles inverosímiles del terreno. La fuerza de las corrientes de agua lluvia arrastra lo que encuentra a su paso.

Ninguna de las administraciones distritales ha sido capaz de concebir un proyecto para mejorar las condiciones de esos barrios, donde además se vive una situación de inseguridad por el pandillismo y el sicariato que produce un índice de homicidios nunca antes visto en esta ciudad.

El mar se lleva a tierrabomba



Por: Libardo Muñoz

El mar sigue amenazando con llevarse a Tierrabomba
De nada han servido las continuas solicitudes, cartas, reuniones, súplicas, memoriales enviados por la comunidad de Tierrabomba en los últimos años, para que se decida la construcción de los espolones que evitarían una desaparición física de esta población, situada a menos de quince minutos en lancha, de los grandes emporios turísticos, de los restaurantes de alta categoría y de los hoteles que sostienen la bien ganada fama de la Cartagena hospitalaria.

Alcaldes de Cartagena, ministros, presidentes de la República, candidatos en busca de votos, promeseros de todas las pelambres conocen esta situación y de una u otra forma todos han estado en Tierrabomba anunciando que ahora sí van los espolones, pero esas palabras se las llevó el viento.

En últimas, se apeló a una acción de tutela presentada por las vías previstas, se falló a favor de la comunidad de Tierrabomba desde el año 2007 y nada se cumple.

La erosión causada por el oleaje permanente arranca cada día enormes porciones de tierra, ya muchas casas son hoy apenas un recuerdo, la comunidad tiene que ir adaptándose a lo que el mar va dictando con su presencia amenazante y sus resultados saltan a la vista.

La administración actual de Judit Pinedo va por el mismo camino con Tierrabomba, pasar indiferente ante una situación que tiene características de calamidad colectiva.

viernes, 9 de julio de 2010

Dionisio Miranda de nuevo candidato del PDA a Gobernación de Bolívar


Por: Libardo Muñoz

Para las elecciones atípicas a la Gobernación de Bolívar, el Polo Democrático Alternativo presenta de nuevo la candidatura de Dionisio Miranda, quien obtuvo en el debate pasado 50 mil votos.

Pero, hasta hoy, el gobierno no ha fijado la fecha para esta elección, con lo que está creada una situación de "limbo" político que viene desde cuando se produjo la renuncia del titular Joaco Berrío, quien afronta problemas con la justicia que lo desestabilizaron de tal manera que tuvo que renunciar.

Miranda considera que "el gobierno está manipulando la fecha de las elecciones atípicas de Bolívar a favor del estado de interinidad que a su vez favorece a sectores políticos tradicionales al servicio de la corrupción, están poniendo lo público al servicio de lo privado"

Dionisio Miranda propone "un Bolívar digno, con sentido de lo ético, del manejo de lo público, pero además en convivencia, en equidad social, inclusión y participación".

La campaña de Miranda denunció que Bolívar es hoy un departamento en estado deplorable, al garete, desmantelado, sin salud pública y en las garras de los negocios privados".

martes, 6 de julio de 2010

Bolívar, el espectáculo grotesco del fraude y de la inmoralidad del sistema


Por: Libardo Muñoz

Aún no se sabe quiénes fueron elegidos

Los políticos profesionales de la corrupción y del fraude, que representan al uribismo y a toda su clientela insaciable, están desesperados porque ni ellos mismos, ni la maquinaria del Consejo Nacional Electoral, saben quiénes ganaron en el proceso de marzo pasado en el departamento de Bolívar.

El grotesco espectáculo se origina en la forma engañosa y manipulada como aquí se han manejado las cifras electorales, en medio de un escándalo que ya trasciende las fronteras de Colombia y que hunde aún más al país en la cloaca del desprestigio en que lo tiene una clase dominante inescrupulosa y criminal.

Bolívar es uno de los departamentos donde todavía los electores y el resto de la comunidad no conoce los resultados de unas elecciones realizadas hace tres meses, donde hubo un verdadero mercado de compra de votos, de coimas, de presiones de todo tipo y de constreñimiento al elector, con la amenaza de bandas de asesinos armados en Magangué y en casi todos los demás municipios.

Está planteada toda una burla a la voluntad de quienes fueron a las urnas, dicen observadores de la vida política de este departamento.

La situación particular de Bolívar ya afecta de manera directa a Adelina Covo, Presidenta del Consejo Nacional Electoral, quien asegura haber sido objeto de amenazas y de acusaciones de quienes se sienten ganadores.

La señora Covo es de filiación liberal, originaria de Cartagena, y sus detractores afirman que está favoreciendo amigos políticos suyos, en detrimento de otros que militan en el archipiélago de partidos de pacotilla que andan detrás de la llamada "unidad nacional" de Santos.

La presidenta del CNE anunció denuncias penales contra personas "indeterminadas" porque considera que le están faltando al respeto debido.

Debe recordarse que en marzo pasado los observadores de la OEA se fueron escandalizados por la cantidad de anomalías que encontraron en las elecciones de parlamentarios, en Cartagena y en importantes municipios intermedios de este departamento.

domingo, 4 de julio de 2010

Alberto Duque López, un adiós que va a perdurar


Por:Libardo Muñoz

La noticia me hizo sentar en la cama, como impulsado por una fuerza invisible.

No era muy tarde y con muchas otras noticias me ha pasado, como consecuencia de la afición que me viene de una niñez cada vez más remota, de escuchar radio, tendido boca arriba, desde cuando aparecieron aquellos primeros aparatos de baterías que causaron sensación en mi generación, que era la misma de Alberto.

"Ajá, tigre", fue lo primero que se me vino a la mente, de lo profundo de mi recuerdo de Alberto Duque López. El le decía a sus amigos así: "Ajá, tigre" y por pocos segundos se me disipó lo terrible de la noticia que acababa de escuchar. Tardé un poco en percibir la verdadera dimensión de la fatalidad.

Después, casi enseguida, sentí ese nudo en las amígdalas, como cuando vamos a estallar en llanto, o cuando enfrentamos la desazón de algo que no podemos remediar. Bueno o malo.

El locutor, antes de mencionar el nombre de Alberto Duque López hizo un rodeo por el cine, las novelas de vaqueros, las películas de Clint Eastwood, los gangsters encarnados por Edward G. Robinson, hasta nombrarlo como parte de esa gran familia de la cual Alberto se sentía, y era de veras, un integrantes más.

VIéndolo bien, no se por qué tuve la sensación de que Alberto Duque López mismo hubiera redactado la noticia de su propia muerte. Se que el la habría escrito así, como una de sus inigualables reseñas críticas desde las que ejercía un doctorado sin aspavientos, con la calma y los modales que lo convirtieron en un caballero imprescindible en los pasillos de los teatros, en los intermedios del Festival Internacional de Cine de Cartagena, donde coincidíamos todos sus amigos, ahora desconcertados.

Sí, estamos desconcertados, no tenemos por qué ocultar las ganas de llorar que tenemos, es más: deberíamos llorar porque los amigos son para llorarlos cuando se van y se llevan ese cargamento de sabiduría de Alberto Duque López, un periodista, escritor nacido en la Costa Caribe, amigo de las causas humanas de quien ya comenzamos a extrañar su saludo inconfundible: "Ajá, tigre".