"La cifra de 43 niños muertos por desnutrición en la Guajira nos avergüenza a nivel mundial " declaró el Defensor Nacional del Pueblo de Colombia Jorge Armando Otálora, en una audiencia pública realizada en Riohacha el pasado 11 de diciembre Día de Los Derechos Humanos.
El defensor nacional del pueblo lamentó que pese a la magnitud de los estragos del hambre y la desnutrición en la comunidad guajira, existe la tendencia a que ya las cifras no alarman y que más bien nos estamos acostumbrando a ellas.
"El Estado colombiano sigue en deuda social con los wayuu" dijo el funcionario en la presentación de un estudio realizado por primera vez en la Guajira, pese a que la Defensoría tiene ya 23 años de existir en este país.
Jorge Armando Otálora hizo unas visitas, con varios ciudadanos guajiros y colaboradores de la defensoría por rancherías, veredas y barrios de los alrededores de Riohacha, donde los wayuu padecen hambre, enfermedades y desnutrición infantil. En La Guajira 50% de la población es Wayuu.
Otro cuadro desgarrador que ilustra la gravedad de la crisis humanitaria guajira, es el que se vive en la cárcel de Riohacha, con capacidad para 100 internos pero en la que están hacinados como animales 583 reclusos sin atención médica, sin ventilación, durmiendo en camastros hechos jirones, sin agua suficiente y sin posibilidad de tener una mano que los ayude a una rehabilitación social.
El estudio de la Defensoría Nacional del Pueblo en la Guajira duró seis meses con la conclusión aterradora de la que todos parecen estar conscientes pero que sólo ahora se hace oficial.
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