"En todas las casas de Cartagena no hay papel higiénico"

 

Libardo Muñoz


El desempleo y el pandillismo en Cartagena un fracaso del sistema


En las zonas tuguriales de Cartagena las pandillas se disputan un dominio territorial imaginario que a nada conduce mientras en las calles, plazas, zona histórica, mercado público y en los semáforos el desempleo crece a un nivel que oficialmente se sitúa en un 16.5%.

El deterioro social de la ciudad más visitada por el turismo nacional e internacional es un cuadro inocultable y aunque las cifras de desocupación son aceptadas de manera oficial, en ninguna parte se señalan los orígenes del empobrecimiento y de la angustia colectiva de las mayorías, arrinconadas por el modelo económico neoliberal, sostenido por una estructura política corrupta tanto en la gobernación de Bolívar como en la alcaldía de la ciudad.


Las rentas derivadas del puerto marítimo, de la educación privatizada, de las EPS, del aeropuerto Rafael Núñez, de los peajes internos únicos en Colombia, del monopolio hotelero y turístico de Cartagena, son patrimonio de reducidos grupos familiares ligados al sistema y que por conexiones con la politiquería del alto gobierno, obtienen concesiones a largo plazo desde donde se imponen las leyes del capitalismo salvaje.

En contraste con este cuadro de privilegios, la economía informal crece y hace de la ciudad un verdadero caos de la supervivencia, hasta situar a Cartagena en la tercera casilla de las más pobres del país, con una criminalidad aterradora y resultante de las extorsiones a pequeños, medianos y grandes comercios, conjuntos residenciales y hasta casas familiares. 


La explotación del trabajo infantil, otro aspecto del problema social, se concentra en el mercado de bazurto, donde se calcula que trabajan unos 500 niños que tienen que salir al "rebusque", a cargar bultos dos veces más pesados que ellos, para llevar algo a sus hogares. El trabajo infantil en Cartagena va en aumento, está ligado a la deserción escolar y no existen políticas en la administración distrital orientadas a enfrentar una situación que causa vergüenza pero que los medios locales, dedicados a hacerle el quite a la crítica social, se oculta por completo y se dedican a recalcar asuntos como la escasez de papel higiénico en Venezuela.


"En todas las casas de Cartagena tampoco hay papel higiénico", comenta un habitante de los cerros de San Francisco, en las estribaciones orientales de La Popa.