Capturados en Cartagena por asesinato de líder agrario

En la imagen Abel Serpa Hernández, Pedro Manuel Serpa Acuña, Abel Segundo Serpa Acuña y Never Serpa Acuña, fueron enviados a la cárcel. Foto El Universal

Libardo Muñoz

Integrantes de un mismo grupo familiar fueron capturados bajo la acusación de estar comprometidos en el asesinato de Jairo Mejía Martínez, líder de restitución de tierras en Córdoba, ocurrido el 15 de junio de 2012 en una finca de ese departamento.

Los detenidos por el hecho citado, sucedido en la vereda El Anzuelo, corregimiento de Guateque, Córdoba, son: Abel Serpa Hernández, Pedro Manuel Serpa Acuña, Abel Segundo Serpa Acuña y Never Serpa Acuña, quienes fueron enviados a la Cárcel de Ternera, donde también está detenido un sujeto sindicado de ser el sicario que cobró 5 millones de pesos por asesinar a Jairo Mejía, cuya muerte estuvo precedida de una serie de amenazas continuas y un intento de homicidio el 23 de agosto de 2011.

Organizaciones campesinas de los departamentos costeños están exigiendo que se haga claridad alrededor de este y de otros hechos de violencia anti-restitución que crean un ambiente de amenazas y de inseguridad, más que todo en el departamento de Sucre y en los llamados Montes de María.

PANFLETOS AMENAZANTES

La Asociación de Campesinos de la Vereda Mandatú, zona baja de El Carmen de Bolívar, denunciaron la aparición de hojas volantes o panfletos en los que se señala con nombres propios a líderes del proceso de restitución de tierras y se les conmina a abandonar la zona bajo la amenaza de muerte.

Los líderes amenazados declararon que se encuentran firmes y decididos a desenmascarar a los autores de los panfletos, pertenecientes a grupos de asesinos del paramilitarismo regional.

JUICIO POR EL SALADO

Un fiscal de la Unidad de Derechos Humanos produjo una resolución de acusación contra Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, por las masacres de El Salado y de Ovejas, ocurridas en febrero de 2000.

Se recuerda que la masacre de El Salado, corregimiento de El Carmen de Bolívar le costó la vida a más de 80 campesinos, mujeres, niños y ancianos ultimados en forma atroz por los paramilitares.