Por: Libardo Muñoz
Los aguaceros que caen sin cesar sobre Cartagena ponen en evidencia el estado de pobreza y de vulnerabilidad en que viven las amplias mayorías de una ciudad que creció en forma tugurizada y ni qué decir de las zonas rurales.
¿Por qué no se inunda Castillogrande? ¿ Por qué no se caen las casas de Bocagrande o de El Laguito?. Pues porque allí habitan las clases pudientes que siempre han estado conectadas al poder estatal, que cuentan con la oportunidad de hacer grandes inversiones en apartamentos y en zonas bien consolidadas. Bocagrande también es una invasión, pero una invasión dirigida por extranjeros, gringos desde los días en que se levantó el Hotel Caribe.
Luego vinieron el Hospital de la Andian, los campamentos de la empresa y los lotes tirados a cordel, hasta donde diera el ojo, para construir los enormes edificios de apartamentos y demás hoteles que conocemos.
Para las zonas "de estrato seis", las únicas inundaciones que se conocen no tienen el triste impacto que causan las lluvias en las lomas de La Popa, el carmelo, torices, san francisco y una interminable lista de barrios surgidos de la precariedad de miles de desplazados. Bocagrande y Castillogrande lo máximo que pueden sufrir son unas olas de los mares de leva, y hay que ver la cantidad de cartas de lectores que se quejan porque los taxis no pueden llevarlos a las puertas de los conjuntos residenciales.
Los urbanizadores de las zonas pobres levantaron barrios en forma desordenada, sin planeación y a esto agréguenle las invasiones levantadas en las zonas de reserva, que hoy, como en el Mirador de Zaragocilla, están pasando la cuenta de cobro por haberlas invadido con unos planes sencillamente irresponsables.
La ciudad no tiene un Plan Maestro de Alcantarillado PLUVIAL, las corrientes salen hacia donde las empuja la ley de gravedad, en nuestro medio no hay prevención del manejo de torrentes. ¿ Dónde están tantos ingenieros civiles graduados en nuestra Universidad de Cartagena cada año ??. He aquí una buena pregunta, porque si en verdad tuviéramos un poco de voluntad política, en este momento los ingenieros civiles tienen la gran oportunidad de crear un laboratorio en busca de la solución de una verdadera tragedia humanitaria que va a continuar.
Los habitantes de los barrios afectados por las inundaciones están en el camino correcto de exigir un Plan Maestro de Alcantarillado PLUVIAL, aquí sí hay fondos para una obra que inmortalizaría a cualquier alcalde que se decida a aliviar la triste situación que viven los más pobres en las noches de lluvia. Si hay proyectos para las tierras del Norte, donde se construye una Cartagena para un cuento de Hadas, "Barcelona de Indias" y otros nombres parecidos, incluyendo los siete mil apartamentos que se levantan en Bocagrande a razón de DOS MILLONES DE PESOS el metro cuadrado, tiene que haber un instante de reflexión para preguntarnos: ¿ qué clase de ciudad queremos ?.
Los aguaceros que caen sin cesar sobre Cartagena ponen en evidencia el estado de pobreza y de vulnerabilidad en que viven las amplias mayorías de una ciudad que creció en forma tugurizada y ni qué decir de las zonas rurales.
¿Por qué no se inunda Castillogrande? ¿ Por qué no se caen las casas de Bocagrande o de El Laguito?. Pues porque allí habitan las clases pudientes que siempre han estado conectadas al poder estatal, que cuentan con la oportunidad de hacer grandes inversiones en apartamentos y en zonas bien consolidadas. Bocagrande también es una invasión, pero una invasión dirigida por extranjeros, gringos desde los días en que se levantó el Hotel Caribe.
Luego vinieron el Hospital de la Andian, los campamentos de la empresa y los lotes tirados a cordel, hasta donde diera el ojo, para construir los enormes edificios de apartamentos y demás hoteles que conocemos.
Para las zonas "de estrato seis", las únicas inundaciones que se conocen no tienen el triste impacto que causan las lluvias en las lomas de La Popa, el carmelo, torices, san francisco y una interminable lista de barrios surgidos de la precariedad de miles de desplazados. Bocagrande y Castillogrande lo máximo que pueden sufrir son unas olas de los mares de leva, y hay que ver la cantidad de cartas de lectores que se quejan porque los taxis no pueden llevarlos a las puertas de los conjuntos residenciales.
Los urbanizadores de las zonas pobres levantaron barrios en forma desordenada, sin planeación y a esto agréguenle las invasiones levantadas en las zonas de reserva, que hoy, como en el Mirador de Zaragocilla, están pasando la cuenta de cobro por haberlas invadido con unos planes sencillamente irresponsables.
La ciudad no tiene un Plan Maestro de Alcantarillado PLUVIAL, las corrientes salen hacia donde las empuja la ley de gravedad, en nuestro medio no hay prevención del manejo de torrentes. ¿ Dónde están tantos ingenieros civiles graduados en nuestra Universidad de Cartagena cada año ??. He aquí una buena pregunta, porque si en verdad tuviéramos un poco de voluntad política, en este momento los ingenieros civiles tienen la gran oportunidad de crear un laboratorio en busca de la solución de una verdadera tragedia humanitaria que va a continuar.
Los habitantes de los barrios afectados por las inundaciones están en el camino correcto de exigir un Plan Maestro de Alcantarillado PLUVIAL, aquí sí hay fondos para una obra que inmortalizaría a cualquier alcalde que se decida a aliviar la triste situación que viven los más pobres en las noches de lluvia. Si hay proyectos para las tierras del Norte, donde se construye una Cartagena para un cuento de Hadas, "Barcelona de Indias" y otros nombres parecidos, incluyendo los siete mil apartamentos que se levantan en Bocagrande a razón de DOS MILLONES DE PESOS el metro cuadrado, tiene que haber un instante de reflexión para preguntarnos: ¿ qué clase de ciudad queremos ?.